martes, 10 de mayo de 2011

CHAVEZ REPRESENTA EL PASADO

                                               Escrito por: Dr. Jesús Gánem Martínez


 Presidente del Ifedec Carabobo
 
Los gobiernos de la mal llamada cuarta república eran elegidos para un período de 5 años sin reelección inmediata. Durante ese lapso, ejecutaban grandes obras de vialidad, hospitales, escuelas, centros culturales, viviendas, acueductos, empresas para generar electricidad, mercados, etc., con el petróleo a mucho menos de 10 dólares por barril.

La situación actual del país paradójicamente nos presenta un cuadro diametralmente opuesto, pues tenemos un presidente que ya tiene 12 años en el poder, el petróleo a más de 100 dólares, y una arenga política que enfoca el mandato como si se tratara del comienzo de un único período constitucional.
Para la mayoría de los venezolanos semejante atrevimiento es insolente y provocador, porque nos coloca como una especie de tarados mentales a quienes el primer mandatario nacional con sus conocidas argucias nos miente y distorsiona la historia, por ejemplo, imputando a los gobiernos de la democracia, la culpabilidad de los males y agravios que hoy tenemos, sin que ellos le toquen o salpiquen en lo más mínimo.

Se siente un gobernante nuevo, se empeña tenazmente en presentarse virginal y fresco como una lechuga, que no tiene mayor incumbencia en la crisis. Si hay hambre, desempleo, inseguridad, apagones, sed, desempleo, etc., la culpa es de los gobiernos anteriores. Pero a cual gobierno anterior se refiere Chávez? ¿Le es válido escudarse en el pasado cuando tiene una docena de años en el poder?
El pregón de la historieta llamada revolución socialista, alborota indudablemente a un sector ideologizado, pero a los que padecen y sufren las consecuencias de este desgobierno les invade la frustración, porque no sienten la ayuda para mejorar su calidad de vida y tampoco ven cristalizar ninguna de las ofertas anunciadas en las aburridas cadenas presidenciales. Sólo escuchan promesas y más promesas, maquetas, certificados y números, primeras piedras, expropiaciones y déle con anuncios de misiones populistas y electoreras.

Por fortuna las elecciones presidenciales del próximo año son una oportunidad para cambiar. El cambio debe producirse para acabar con el creciente descontento y la insoportable manipulación mediática que ha hecho posible que la mayoría de la población se pronuncie a favor en todas las encuestas, por un cambio de gobierno, con un porcentaje que está alrededor del 56 %.. El mito del buen vivir con el socialismo, languidece. De manera que el año 2012 es promisorio, sin querer decir que la contienda es fácil, porque hay que luchar contra todo el poder del Estado, el abuso, la fuerza pública, el CNE y el dinero que correrá a montón en la campaña electoral del autócrata.

Pero estemos claro, la gente ha tomado conciencia, está incrédula y no acepta más cuentos chinos, como el achaque al imperio, a la burguesía, y a la oposición. La diaria protesta pública refleja el debilitamiento del oficialismo y el discurso populista no da para más. El país anda mal y para el año entrante seguirá mal, no tengo la menor duda.


    

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